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ESTO SE HA ESCRITO Y TU LO TIENES QUE LEER

SELECCIÓN de Jodete Merkel

28 de diciembre de 2016

La huella de la milana

"Entre octubre y diciembre de 1983 se rueda en Alburquerque una de las películas más taquilleras del cine español, Los Santos Inocentes

Un relato mítico que ha terminado convirtiéndose no sólo en la representación de la España rural de los años 60, sino en el símbolo más certero de la historia de Extremadura

Esta es una película que trata de opresores y de oprimidos. Aquí no se habla de proletariado ni de revolución pero la obra es uno de los alegatos más contundentes que se han hecho para denunciar la tiranía de clase"

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Texto completo en:
http://www.eldiario.es/eldiarioex/sociedad/huella-milana_0_595291153.html



En apenas unos años las condiciones de vida han empeorado hasta el punto de que sabemos que ya vivimos y viviremos peor que nuestros padres y madres. Nos tratan como mercancías en un mercado laboral cada vez más desregulado, con nuestras vidas cada vez más a la intemperie. Avanza la precariedad, se asientan las privatizaciones y los recortes de servicios públicos, se machacan impunemente derechos básicos.

Hemos pasado de escandalizarnos por ser mileuristas a alegrarnos de lograr un trabajo de 700€ en jornadas laborales de hasta 40 horas. La alternativa es el paro: seguimos en tasas escandalosas del 20%, casi la mitad de larga duración (más de dos años). Los sueldos que se han expandido en esta crisis impiden una vida digna, pagar una vivienda y otros gastos básicos de subsistencia, por no hablar del ocio y la cultura.

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IU- Las Rozas
15/01/2017

Texto completo en:

http://www.izquierda-unida.es/node/16381

La controversia favorable: una crítica al errejonismo.

Partiendo de los míticos seleccionadores argentinos Menotti y Bilardo, el autor analiza la estrategia del secretario político de Podemos: “No está sabiendo leer la necesidad de una convergencia más allá de lo electoral y está dando un balón de oxígeno al sistema político del 78 con sus repliegues institucionales”.

18 enero 2017
07:00


Daniel Bernabé

Menotti y Bilardo fueron algo más que dos entrenadores, que los seleccionadores que llevaron a Argentina a ganar sus únicas Copas del Mundo en 1978 y 1986. Durante décadas mantuvieron un antagonismo convertido en escuela, en filosofía de vida más allá del fútbol. Menotti, flaco, fumador, de simpatías izquierdistas, apostaba por un juego al ataque en el que debía participar todo el equipo, donde el balón había que tenerlo y mimarlo durante todo el encuentro. Por contra para Bilardo, el narigón, el doctor, la victoria era consecuencia de buscar la puerta del rival sin importar otras consideraciones, ni siquiera morales, según explican las estrafalarias leyendas asociadas a su persona. Lo interesante de esta historia es que el debate, al menos en los medios españoles, se planteó de una forma parcial cuando no falsa, una que venía a decir que mientras que los equipos de Bilardo jugaban feo pero ganaban, a los de Menotti les daba igual el resultado mientras que jugaran bien.

Recordando esta rivalidad me ha sido difícil no pensar en la campaña previa a Vistalegre 2, no tanto porque los candidatos pudieran representar el choque filosófico de los entrenadores, sino sobre todo porque la forma en que la facción errejonista ha planteado la contienda recuerda a esa falsa elección, que tanto daño hizo al fútbol, entre ganar y jugar bien. De las múltiples habilidades del secretario político de Podemos brilla por encima de todas la capacidad de construir escenarios de controversia favorables, o dicho de otra forma, no es tan importante la explicación de las ideas propuestas como la unión artificial de esas ideas a unas categorías positivas que además marcan negativamente al rival. Cuando Errejón dice que él quiere a un Podemos ganador, no sólo se apropia de algo que se supone obvio, sino que señala a sus adversarios con el estigma de la derrota.

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Texto completo en: http://www.lamarea.com/2017/01/18/la-controversia-favorable-una-critica-al-errejonismo/

Mal rato


ISAAC ROSA

Eres Rodrigo Rato. Sí, tú. Querrías no serlo, en este momento más que nunca. Pero eres Rodrigo Rato. Si te giras, ahí está tu reflejo en la puerta acristalada del restaurante. No es que necesites comprobar tu propia identidad, sólo quieres ver tú también lo que ven quienes ahora pasan por esta calle. Ahí estás, inconfundible, con cara de apertura de telediario, un rostro demasiado conocido y con ese aura magnética propia de todo famoso, que atrae las miradas incluso cuando no lo reconocen. No es tu caso: claro que te reconocen. Has olvidado las gafas de sol en la mesa, y no es buena idea volver a entrar. Mejor que en la puerta del restaurante, puedes verte reflejado en los ojos de quienes al pasar ralentizan la marcha, te miran sin disimulo, giran la cabeza, comentan con sus acompañantes, señalan, te señalan. “¡Es Rodrigo Rato!”
¿Dónde está el coche? Y sobre todo, ¿dónde está tu escolta? Lo del chófer lo disculpas, es una calle con un solo carril y no hay aparcamiento a la vista, estará en una calle próxima, o en un parking, escuchando el fútbol o haciendo esos estúpidos sudokus. Pero el escolta, qué hace que no está en la puerta, o en la acera de enfrente, o como muy lejos en un bar próximo del que ya debería haber salido al verte ahí, detenido en la puerta del restaurante, con la gabardina en el brazo y esa expresión de urgencia. No es la primera vez que se despista, que da por hecho que una comida durará lo suficiente como para acercarse a un centro comercial próximo, a comprar cualquier mierda, y te obliga a llamarlo como ahora. Llamarlo. El teléfono. ¿Dónde…? ¿Quedó ahí dentro, sobre la mesa? Te giras para buscar tu mesa, la que acabas de dejar a la carrera y sin haber probado ni el primer plato, pero el cristal te devuelve tu mirada nerviosa.

Volver adentro no es buena idea, ni siquiera estás seguro de que el teléfono esté ahí, que siga ahí, que no lo haya cogido al descuido algún camarero o uno de esos hijos de puta que te jodieron la comida antes de empezar. En cuanto aparezca el escolta llamarás a la compañía para que bloqueen el terminal, pero para eso primero debe regresar tu protector, y no lo distingues entre los muchos que circulan por esta calle comercial y te miran con incredulidad, incluso sacan el teléfono para fotografiarte. Tienes que moverte cuanto antes, pasmarote. Como no ves el interior del restaurante, imaginas a los clientes también fotografiándote desde sus mesas, tuiteando la imagen del gran hombre desvalido en la pecera, los camareros y hasta el maître uniéndose a la chanza.

Empezaron apenas entraste, confirmando la inquietud que sentiste cuando el coche te dejo hace unos minutos a la puerta y viste la fachada, la calle, el barrio. Un restaurante que no conoces, muy recomendado pero territorio inexplorado para ti, mal lugar para una cita, sobre todo cuando el maître te dijo que no disponían de reservado, que la mesa a tu nombre era esa, en un lateral de un comedor lleno. Te tranquilizó ver tanta corbata, gente de negocios, no tan proclive a la fácil demagogia y al linchamiento como aquellos cretinos que hace unas semanas te persiguieron por el aeropuerto al bajar de un avión. Unos graciosos, que se cobraron como trofeo varios vídeos pronto viralizados, en los que aparecía el gran hombre acelerando el paso como un cervatillo. Aquí no, en principio no te pareció un territorio hostil, pese al silencio que atronó a tu llegada: todas las cabezas se giraron hacia ti, con asombro, sonrisas de reconocimiento, codazos. Te sentaste a la mesa y, mientras esperabas a tu compañero de almuerzo, te refugiaste en el teclado del teléfono para no cruzar la mirada con quienes murmuraban el único tema de conversación posible. No sabes quién fue el primero, qué más da. De pronto un tipo levantó la voz y soltó, con entonación graciosa: “Alguien ha arruinado un banco… Y no me gusta señalar”. Todos se unieron en carcajada, y para confirmar que conocían el viejo chiste de Gila, en seguida hubo réplicas desde otras mesas: “Alguien ha defraudado a Hacienda… Y no me gusta señalar.” “Alguien viaja mucho a Suiza… Y no me gusta señalar”. Así siguieron otras ocurrencias, apenas audibles bajo las carcajadas, mientras tú fingías absurdamente estar pendiente del teléfono. “Camarero, ¿aquí se puede pagar con tarjeta Black?”, preguntó un chistoso, y ya no tenía sentido aguantar más, era el momento de retirarse, no sin antes dar un sorbo de dignidad al vaso de agua, para después levantarte despacio y caminar hacia la salida sin apariencia de fuga, con paso calmo entre los abucheos. Y ahí sigues, en la puerta.

Descartado buscar refugio en el restaurante, das unos pasos cortos hacia la derecha. No piensas alejarte, el conductor y el escolta te buscarán en el restaurante, es sólo moverte, dejar de ser el pez en la pecera para burla de los comensales e intentar que en movimiento tu rostro sea menos reconocible para quienes no sólo te señalan y comentan, sino que han empezado a seguirte. Mientas caminas despacio por la acera, de reojo un escaparate te descubre que ya hay una decena en espontáneo tropel tras tus pasos, con los teléfonos preparados para cuando te gires.

Ya no eres tú quien toma las decisiones, son tus piernas las que reciben la atávica descarga de adrenalina desde el sistema nervioso, la orden para preparar la huida, por ahora contenida en una aceleración del paso, espaciar la zancada, lo que sólo sirve para convencer a los indecisos, los que aun dudaban de si tú eres realmente quien pareces o es sólo un desdichado parecido físico, pero sí, es él, Rodrigo Rato, qué hace aquí, a dónde va, espera granuja, que no te hacemos nada, cuidado con las carteras que hay un ladrón cerca. Risas. Giras la primera esquina y esos dos segundos en que dejan de verte te anima a correr, pero correr hacia dónde, sólo empeoraría la situación, alimentaría más sus ganas de seguirte, no corres pero aprietas un poco más el paso, la nueva calle tiene más tráfico y buscas una luz verde de taxi. La calle tiene también más peatones, que al cruzarse contigo, ahora además alertados por el revuelo a tu espalda, se detienen pasmados, buscan deprisa la cámara del teléfono, algunos se unen a la comitiva mientras tú prosigues tu caminata ya al límite de la carrera. Sigue sin aparecer el taxi que te salve.

No tiene sentido prolongar la persecución, ni alejarte aún más del punto de recogida, así que al girar otra esquina te cuelas en el primer local. En un primer vistazo reconoces una de esas tiendas de conveniencia que llaman “chinos”. Al menos confías en que la nacionalidad del propietario lo tenga al margen de la actualidad española. Que no te conozca. Avanzas hacia el fondo, das los buenos días al chino, que no ha levantado la vista del televisor, y te detienes en un estante como quien busca algo que necesita. Son productos de limpieza, detergentes baratos, imaginas la foto resultante si alguno de los perseguidores entrase móvil en mano: el gran hombre, rodeado de chismes de plástico y juguetes made in China, mira con atención un friegasuelos de menos de un euro la botella.

Te tranquilizas al ver que nadie más entra en la tienda. Hay revuelo a la puerta, oyes voces, cuánto aguantarán, se darán por vencidos o pedirán refuerzos, avisarán a las televisiones, lo que daría un productor de informativos por estas imágenes: el exministro, el padre del milagro español, el jefazo del Fondo Monetario Internacional, el ex banquero, el juguete roto, el chivo expiatorio que todos necesitan, el enemigo público, el gran villano, mírenlo ahí, acorralado en un chino, como un animalito asustado.

“¿Puede dejarme usar su teléfono?”, preguntas al dueño, que se ha girado hacia ti con una bolsa de plástico en la mano, el gesto mecánico con que pensaba recibir la litrona o la bolsa de patatas. “Teléfono, por favor”, vocalizas con claridad, ayudando la comunicación con un gesto universal de mano haciendo auricular en la oreja. El chino te señala unas tarjetas de prepago colgadas de la pared, en el momento en que entra una mujer en la tienda. Es joven, no tiene aspecto de linchadora sino de madre que ha bajado a buscar el ingrediente que le falta para la comida. Sin embargo, tras un vistazo a la nevera, saca en gesto rápido el teléfono y apunta hacia ti, mientras desde la calle llegan gritos de aprobación. “¿Hay alguna puerta trasera?”, urges al chino, y qué tonterías se te ocurren, una puerta trasera peliculera que dé a un callejón con cubos de basura, desde el que trepar por una escalera de incendios y huir por los tejados. Claro que no, ni siquiera hace falta que te conteste el de la tienda, la chica ya ha salido y habrá compartido tu pregunta con los demás, esas risas lo confirman.
¿Y ahora qué? ¿Cómo sales de aquí? ¿Echas a correr hacia la calle y no paras hasta encontrar a tu chófer, a tu escolta, a un taxi, hasta alcanzar tu portal o caer antes infartado en la acera? ¿Te quedas aquí hasta que se aburran y se vayan? ¿Hasta que te saquen a rastras? ¿Llamas a la policía? ¿Y qué les dices, si nadie te ha puesto un dedo encima, nadie te ha empujado a entrar, nadie te ha amenazado? ¿Les dices que tienes miedo?

Texto completo en el libro de relatos de Isaac Rosa "Welcome" editado por LaMarea.com

TE LO DIGO YO

martes, 24 de septiembre de 2013

¡31!, tres decenas mas uno.

 El desempleo solo afecta a aquellos ciudadanos que no tienen trabajo.

Mantened la calma parados.
Recientemente el 31 ha sido protagonista de la realidad socio-laboral de este país. Las estadísticas de empleo hechas publicas a primeros del mes de septiembre nos han traído una reducción del desempleo de treinta y una personas. La cifra a más de ser francamente pequeña y de escaso peso práctico en la actual situación, es solo eso una cifra, tres decenas mas uno.

Yo que soy muy de mirar debajo de las alfombras y las sabanas, con el desagradable interés de hurgar entre la mierda escondida, decidí ver que se oculta detrás de esta cifra, al parecer mágica para el PP y sus medios si nos atenemos a sus triunfalistas declaraciones, comentarios, titulares y artículos de opinión.

Puede que nada se esconda, que todo este a la vista, que no haya nada más que eso, 31 parados menos. Sin embargo espoleada por la credulidad, mi cabeza me decía que nunca tan poco tubo tan gran significado en el jodido mercado laboral español.

Y sin más dilación me puse a destripar esos 31 trabajos. ¿Serán fijos o temporales? ¿A jornada completa? ¿Habrán sido para hombres o para mujeres? y si han sido para ambos ¿en que proporción? ¿Cual será la edad de los afortunados, jóvenes en busca de su primer empleo, mayores de 50 que intentan completar su vida laboral? ¿Cual es el sector que los ha creado? ¿En que lugares de la geografía del país se han dado estas contrataciones? ¿Conoceré sin saberlo a alguno de los felices agraciados?

Armado con esta preguntas y muchas otras más me puse a revolver la Internet con vigor, buscando aquí y allá respuestas a mis preguntas. Pero tras horas de paciente y contumaz exploración, se apodero de mi un tedio extraño, un bajón de pelotas, una dejadez perversa. Anido en mi cabeza la clarividente sensación de que lo verdaderamente importante no era las frías cifras estadísticas, sexo, edad, tipo de contrato, duración, etc., sino la realidad personal de los 31 heroicos perceptores de esta lotería laboral.

Cambie mis preguntas y búsquedas. ¿Cual es su nombre de pila? ¿Cuanto tiempo llevaban en paro? ¿Que  ha supuesto este empleo en su vida? ¿Son ahora más felices? ¿Que opina su familia? ¿Sus padres, hermanos, hijos o nietos buscan trabajo o lo tienen? ¿Como contemplan su futuro? ¿Tienen nuevos planes ahora que disponen de una fuente de ingresos? ¿Han sufrido mucho hasta este momento? y un larguísimo etc.


A los diez minutos del cambio de estrategia, comencé a darme cuenta de lo difícil de mi tarea. Vivimos en un mundo altamente tecnificado, extensamente cableado, intensamente interconectado, donde la información se genera y circula a gran velocidad, sin embargo todo se resume en una fría información compuesta de datos técnicos, estadísticos, científicos…., y prácticamente nada de las consecuencias vitales de estos en las personas. Lo único que obtiene relevancia son las vidas de famosetes, personajes del show business y lideres sociales y políticos. Cientos de páginas hablando de "protagonistas" del estilo "Salvame-Salvame de Lux", foros y chat despotricando o defendiendo al protagonista del último affaire "rosa" que ha sido trending topic en twiter. Nada de esos treinta y un ocupados.

Pero yo soy como esos malos periodistas que no dejan que la realidad les estropee la noticia y en un arrebato decidí seguir adelante seguro de que alguien los conocía, que tenia que encontrarles y descubrir sus peripecias vitales, y me puse ha ello con redoblados ánimos, y esto es lo que creo saber, el resultado de mi introspección sobre esos ....


31 nuevos no-parados:

Conrado Muñoz es tecnico informatico en Leon. Tras 18 meses de "parao" ha conseguido un puesto de becario por 560€ al mes en una multinacional de servicios. Dice no estar nada contento con lo que ha encontrado pero "es lo que hay". Al confesarle mi sorpresa por su cara de felicidad, me confeso que se acababa de fumar un peta.

Arturo Pomares ha vivido siempre en Madrid. De pequeño quería ser bombero. Ha trabajado "un poco en todo", ahora ha encontrado trabajo de camarero en una terraza.Tiene un salario fijo de 300€ mas propinas "dependiendo de como se haya dado el día" puede llevarse entre 10 y 35 euros de propinas. Le acaba de dejar su novia.
Emanuel Suarez es un forofo del Real Madrid. Presume de "partirse el alma" por su equipo. Acabo derecho hace dos años y es el primer trabajo que hace que tiene algo que ver con su carrera, le han contratado para hacer recados y trabajos varios en una Gestoría de su barrio. Las marcas de su cara son producto de un cambio de impresiones con un Atlético.
María Luisa Orlando se ha presentado varias veces a policía nacional y municipal, pero sin suerte. Le gusta vivir en el centro de Soria, por que "hay mucho ambiente por la noche". Hace un mes que trabaja en una pastelería, se tiene que levantar a las 5 de la mañana para ayudar en el obrador hasta las 9 en que hace funciones de dependienta hasta el cierre. Le gustaría ganar algo más, pero se conforma con lo 634€ que le dan.


Tomas Marinelada desesperado por la situación de sus familia, perpetro hace más de dos años un atraco en una tienda de su barrio, del que obtuvo como botín 48€. Condenado a dos años y un día, fue puesto en libertad el pasado agosto. A la puerta del presidio del Puerto de Santamaria, le esperaba su mujer y sus tres hijos de 12, 9 y 4 años, y la propietaria de la panadería que atraco, que le ofreció allí mismo un trabajo de media jornada en su comercio.

Valería Cortabarrena  es una chica "mona" pero con poco seso, según su madre. A los 14 años dejo los estudios y se puso a trabajar de aprendiza en una peluquería. Los primeros meses las cosas no le fueron del todo mal, pero enseguida descubrió que aquello no le satisfacía y lo dejo. Una amiga suya le propuso un trabajo muy bien remunerado para el que solo era condición indispensable ser mujer y mona. Tras trabajar varios meses ha decidido darse de alta como autónoma bajo el epígrafe de trabajadora manual y oral especializada. Confiesa que su "trabajo" no le gusta pero "es lo que hay".

Josefa Flores nunca ha tenido grandes sueños. Sus padres eran temporeros y su familia casi nuca disfruto de un posición minimamente desahogada. Se caso con 19 años con un hombre 20 años mayor, con el que ha tenido 6 hijos. Hace un año que esta en una casa de acojida con sus dos hijos menores de edad. Tras soportar años de penalidades aliñadas con el maltrato físico y degradante a la que la sometía sismáticamente su marido, decidió no aguantar más y lo denuncio después de  él le asestara varias puñaladas que casi la llevaron a la tumba. Hace unos días empezó a trabajar como asistenta en casa de un conocido político, confiesa estar algo más tranquila y confiada en su futuro.

Yusuff Banu Ismaili no se considera creyente, cuando salio de Somalia huyendo de la guerra y la miseria ya había perdido a toda su familia, sus padres y hermanos, su mujer y sus dos hijos. Sus 31 años de vida le han hecho apartarse de creencias y recelar de las promesas de una futura vida mejor tras la muerte, como solución final y única a los problemas y tragedias. Estuvo detenido en un centro de retención de emigrantes durante más de dos años, encarcelado por el simple hecho de ser ilegal. Salio en abril y hace un par de meses consiguió un trabajo en los invernaderos de El Ejido. Con los 470€ que recibe de su patrón quiere empezar una nueva vida aquí.

Yolanda Hermoso termino hace un año y medio el Master de Técnico en Medios Audiovisuales y tiene el doctorado en periodismo por la Autónoma. Vive con cuatro amigas con las que comparte piso en el barrio de Tetúan. Nunca ha conseguido un trabajo en "lo suyo" y esta pensando seriamente "lo de emigrar". Este verano ha conseguido un trabajo de cajera en un hiper haciendo sustituciones de vacaciones, con lo que saque y un "dinerillo" que ha ahorrado en los últimos cinco años, seguramente pruebe el cambio de "aires" y de "sociedad". Aborrece "este país de chorizos".

Tamara Pradolongo ha dedicado toda su vida al culturismo, con 19 años comenzó la practica animada por un novio que luego la dejo. Con 27 años gano su primer titulo de Miss Cultirismo en Cheste, su lugar de nacimiento. Ha participado en muchas competiciones nacionales, aunque nunca volvió a ganar ningún certamen. Durante mucho tiempo se ha mantenido dando clases en gimnasios, pero la crisis la ha dejado sin trabajo como monitora de culturismo. A primeros de agosto acepto a regañadientes un empleo como portera de noche en un club de ambiente gay.

Penelope Ruiz de Alfarache según nos dice "es política por vocación", como lo fue su padre y su abuelo, y lo es su hermano. Nunca se ha dedicado a otro asunto que no fuera "el servicio cívico y desinteresado a la sociedad". Hace cuatro años se vio salpicada por un escandalo de corrupción en el partido donde siempre había militado. La denuncia contra ella y siete concejales más del Ayuntamiento de Navalcodros fue desestimada al considerar el juez que las acusaciones de prevaricación, infidelidad en la custodia de documentos, cohecho y trafico de influencias, habían prescrito. El auto esta recurrido por la acusación particular. El partido le aconsejo la dimisión, que ella rechazo en un principio, pero que se vio finalmente obligada a presentar. Desde hace unas semanas es la nueva asesora de "Comportamientos Éticos" en la Diputación.

Blas Tolantares se define como un hombre de bien, nunca ha fumado ni pego a su mujer "como otros". Ha tenido varias empresas que por diferentes causas no han sido viables, la ultima dedicada a dar servicios de limpieza y mantenimiento quebró hace 6 meses, dejando en la calle a 43 trabajadores, que aun no han recibido ni los 14 meses de salarios impagados ni el finiquito. Don Blas, como lo conocen sus vecinos del barrio, hubiera querido cumplir con sus obligaciones económicas, pero como buen cabeza de familia ha tenido que preocuparse primero de los suyos, para que "no quedaran con el culo al aire" y no ha podido hacer frente a sus deudas con trabajadores y proveedores. No tiene cuentas ni propiedades a su nombre, el chalet de la sierra, el apartamento de la playa y los cuatro pisos y cinco plazas de garaje están a nombre de su mujer y de sus hijos. Se ha dado de alta como autónomo, aunque no ejerce ningún trabajo, para no perder derechos en la Seguridad Social.

Enrique Carpintero es vegano, no come carnes ni pescados ni ningún producto de origen animal. Llego al vegeterianismo tras un "accidente" muy traumático en su infancia. Con apenas 8 años, su conejo "Dientes" fue tiroteado  por un cazador de su pueblo, "encabronado" por no haber conseguido abatir ninguna pieza después de una larga jornada cinegética. Al llegar al pueblo vio a "Dientes" a la puerta de la casa de Enrique, y decidió cobrarse la pieza a la que según él tenia derecho, de dos certeros disparos. El niño tras oir las detonaciones salio corriendo a la puerta de la casa a tiempo de ver como Patricio recojia la pieza ganada. Activista del PACMA su carrera laboral se ha visto reducida a trabajos temporales, hasta que hace un mes fue contratado como vigilante nocturno de un almacén de productos textiles de importación.

Jimy Rodriguez disfruta con la música a todo volumen aya donde esta, ya sea su cuarto, su Ibiza amarillo, o la disco a la que acude los fines de semana en el polígono industrial del Alfarache. Es un "maquinero" a tiempo total. Cuando llega el viernes se prepara para la fiesta del "weekend", nunca ha tomado "drogas duras", solo "alguna pastilla" y mucha agua y bebidas energéticas. No había trabajado nunca, pero al quedar su padre en paro ha tenido que "buscarse la vida" poniendo copas en su disco favorita. Le pagan 75€ por día trabajado y le han dado de alta como temporal discontinuo.

José María Jodras no puede negar que es un chico con suerte, ha trabajado desde los 16 años en la misma empresa donde también lo hace ahora. Entre medias con la crisis, ha sufrido un ERE que le puso a él y al 70% de la plantilla en la calle. Sus jefes les prometieron un nuevo trabajo y lo han cumplido, ahora hace el mismo trabajo que hacia pero a través de una empresa subcontratada, que le paga un 30% menos y que no le reconoce la antigüedad. Esta contento, aunque no lo parezca.
 
Juan Carlos Perdinuebo tiene una discapacidad. Sus padres le han cuidado y ayudado durante sus 34 años de vida. Le han certificado un grado de minusvalía del 48%. Tras varios intentos sus padres han conseguido que "Juanito" tenga un medio de susistencia propio, al lograr un empleo en una fabrica de juguetes de Onil. Al ser contratado como trabajador discapacitado su salario no sera muy grande, pero si suficiente para ahorrar unos euros para el futuro.

Juanfran Renovales ha trabajado muy duro en una correduría de seguros como comercial. En sus 15 años en este trabajo a sufrido más de una crisis. Sin embargo esta vez la cosa ha ido peor la correduría a cerrado, y se ha encontrado por primera vez en el paro. Juanfran solo tiene estudios primarios y eso le a lastrado a la hora de encontrar trabajo, cuantas veces se ha postulado para realizar la misma tarea que venia realizando en su antigua empresa, ha visto como se le rechazaba por no tener una licenciatura. Finalmente ha encontrado un puesto de telefonista los fines de semana en una compañía de servicios.

Leo Martinez de Orujo es un "niño bien" de la burguesía cántabra. Nunca había pensado en buscar empleo, vive bien con sus padres que viajan mucho por razones de trabajo, por lo que pasa grandes temporadas solo en su chalet de lujo. En julio conoció a una chica que le tiene "encantado" con la que quiere recorrer el mundo y vivir aventuras, en New York, London, Paris, la Costa Azul y otros lugares similares de aventura. Para ahorrar algún dinero le ha pedido a "papa" un puesto en su consultora, como asesor externo. Desde agosto tiene un salario mensual de unos 4.000€, "que nos es mucho pero me permitirá ahorrar lo suficiente en 6 mese para el viaje con Curry"

Leudovico Carranco se ha divorciado hace un año, su ex no soporto su extrema adicción al juego y tras 10 años de matrimonio y dos hijos de 4 y 7 años tomo la decisión de acabar con su relación. Leudovico a pesar de su defecto y de que su jefe le despidiera por jugarse la recaudación del bar en una timba de poker, no es mala persona y no puso pegas a la decisión de su pareja, todo el papeleo se tramito con acuerdo de las dos partes. La pensión que ha de pasar a su exmujer y sus hijos le ha obligado a buscar un empleo con urgencia. Lo encontró finalmente como mozo en un almacén de frutas, pero como el dinero no le llega para nada, dedica el tiempo que le queda tras sus 10 horas de jornada, a vender la fruta que le compra a su jefe por las calles de la ciudad.

Mariano Perdiguero es un hombre de desbordante buen humor, nada en esta vida ha podido con su buen rollo y su sonrisa. Cuando murió su mujer de un cáncer  de mama, era él el que animaba a sus hijos y familiares. Durante la larga enfermedad nunca se le vio un mal gesto ni se oyó de su boca una queja. Ni perder el trabajo víctima de un ERE, que luego fue declarado fraudulento por la justicia, le ha torcido el gesto. Como "de algo hay que vivir" un familiar le ha buscado un trabajillo por horas en una gasolinera. Con los 600€ y la ayuda de sus hijos el afronta satisfecho su futuro.

NicoValverde quiere ser funcionario. Mientras sus compañeros de colegio e instituto soñaban con ser futbolistas, fontaneros, dentistas, corredores de bolsa, directores de banco y muchas otras profesiones de fácil desempeño y altísima remuneración, el se veía en un puesto de trabajo dentro de la administración pública, con un salario justo tirando a escaso, pero que le produjera la satisfacción de estar trabajado para ayudar al bienestar de sus conciudadanos. Es sin duda un soñador, un luchador por la utopía. Lleva dos años preparando oposiciones a todo lo que sale y esta dentro de sus condiciones formativas. Mientras tanto este verano se ha ido a la costa donde ha encontrado un trabajo temporal de camarero en un chiringuito playero.

Samuel Tornado es Testigo de Jehova, y esto que lejos de ser una profesión es un impedimento social para encontrar trabajo, le ha creando algunos "problemillas" en su vida. La hemofilia que padece su hermano de dos años le esta haciendo replantearse sus creencias, con el consiguiente lió mental dentro de su cabeza. Por lo pronto se ha ido de casa, unos amigos de su hermana le han acogido temporalmente. Consiguió un trabajo de verano para el mantenimiento y limpieza de una piscina en un club deportivo privado.

Samuel Carlos Atienza es venezolano de nacimiento y lleva 19 años en este país. Es monitor de zumba, aquagym, aerobic, aerosalsa, cardio box, step, pilates y fitness. Con la crisis perdió su trabajo en una gran cadena de gimnasios de Barcelona. La empresa decidió primero una bajada general de sueldos y luego una reducción de personal con despidos incentivados. Con los 4.000€ de la indemnización ha montado con otro amigo una pagina de aerobic-on line, que esta empezando a funcionar. Se ha dado de alta como autónomo para poder seguir teniendo atención medica para el su compañera y su niña de 18 meses.

Walter Ortuño estuvo a punto de tirar la toalla pero el amor a su familia allá en Quito le ha mantenido en la lucha. Hasta hace un mes, este inmigrante ilegal ha vivido de trabajos esporádicos bajo la amenaza de una expulsión que se podía producir en cualquier momento tras una detención en algunas de las redadas aleatorias llevadas a cabo por la policía, Pero esta angustia acabo hace un mes, ya tiene papeles y ha conseguido su primer trabajo legal en una fabrica de aperitivos. De los 960€ envía seiscientos a su familia y con el resto vive en un piso patera de las afueras de Bilbao.

Andrea Cifuentes se niega a  pensar en contraer matrimonio, como quiere su novio, la próxima primavera. Tras casi tres años en el paro "le ha tocado la lotería del empleo" y no quiere pensar en otra cosa que en su nuevo trabajo. Toda su atención debe estar en congeniar con sus compañeros, agradar a sus jefes y realizar con cuidado y eficiencia la labor encomendada. Tiene miedo de que cualquier escusa pueda servir a la empresa para rescindirle el contrato y necesita la máxima concentración. Aurora, su madre, la "pincha" a todas horas "con lo del casamiento", pero ella solo tiene tiempo para su trabajo y ha decidido que si no están dispuestos a entenderla romperá con todos ellos, todo por su recién estrenado puesto de reponedora en el supermercado de su barrio.


Borja María Sanz acaba de volver de un largo viaje por el continente Europeo, en el que ha perfeccionado su ingles y ha conocido "tierras y chicas". En su familia, una larga estirpe de registradores de la propiedad, nunca vieron bien que "Borjita" no estudiara derecho y se dedicara en exclusiva a sus aficiones, cerrar bares y desayunar a las 4 de la tarde, por eso lo mandaron de viaje durante casi dos años, "a ver si así sentaba la cabeza". Y valla si la sentó, en Grecia su estancia coincidió con la grabe crisis y sin quererlo una cosa llevo a otra y acabo afiliado al grupo ultra Amanecer Dorado. Cuando se entero su padre le hizo regresar y le ha dado de alta como asesor ciudadano en una empresa de consulting de su propiedad.


Felipe Gonzalez nunca ha aceptado la "podredumbre que anida en la sociedad moderna". Nada le gustaría más que desaparecer y aislarse del mundo en un lugar perdido. Es lo que un político de bien llamaría "extremista radical", y a él no le desagrada del todo la etiqueta, cree que "en estos momentos hay que ser radical y tomar decisiones que pueden parecer extremas". Es el único que trabaja de su familia y tiene muy claro cual es el problema "el capitalismo extremo que lo invade todo". Su futuro es incierto, "como el de tantos" aunque hubo una época en que no fue así, fue numero uno de su promoción en el instituto, y su camino era la ingeniería técnica, pero la crisis rompió sus sueños al no conseguir la beca solicitada "por culpa de los recortes de Wert". Ahora trabajo en el burger los fines de semana. 

 Marina Dopico puede afirmar que es una chica afortunada. Cuando cumplió los 10 años una enfermedad auto-inmune la mantuvo recluida en una habitación de hospital durante 3 años. Finalmente tubo que someterse a un trasplante de colom y tras una larga recuperación ahora lleva una vida "casi" normal. Siempre ha deseado vivir sin estar atada a una medicación y cuidados constantes, pero "es lo que hay" y ya lo a aceptado. Por primera vez este verano ha podido realizar uno de sus sueños, tener un trabajo remunerado fuera de casa, poder salir unas horas al día, estar libre de la "atosigante" vigilancia de su madre. Con 20 años cumplidos, su contrato de sustitución de 45 días en una tienda de deportes ha sido toda una experiencia.

Marilo Monedero cree que el amor esta a punto de llamar a su puerta. esta chica "delgaducha, vivaracha" y profundamente romántica, esta segura de que muy pronto encontrara a su "caballero azul". Mientras tanto se entretiene trabajando como esteticién a domicilio, por las mañanas y limpiando una guardería durante dos horas por las tardes. Gracias a este ultimo trabajo, en el que le han dado de alta "como tiene que ser" desde julio, podrá estabilizar un poco su estado económico y darse el gustazo de gastarse lo que ahorre hasta el próximo verano en un crucero para "singles" donde esta segura que conocerá al hombre de su vida.

 Martin Llamas tendría que haberse jubilado hace meses, pero no ha podido ya que no alcanza el mínimo tiempo cotizado necesario. En su lejana juventud no le preocupo nunca si el trabajo que hacia cotizaba  o no a la Seguridad Social, sus diferentes jefes siempre le dijeron que cobrar un sobre sin impuestos ni otras "zarandajas" era mas beneficioso para él. Cuando cumplió los cincuenta y dos años, cayo enfermo de gravedad por primera vez en toda su vida, y descubrió que su ventajosas relaciones laborales no lo eran tanto. Es un hombre fuerte y salio del agujero, pero su punto de vista sobre la s relaciones laborales cambio drásticamente. Ahora con 65 cumplidos sigue trabajando "a salto de mata" aquí y allá. Hace poco que trabaja de camarero y ha tenido que teñirse el pelo para "no parecer tan mayor".

 Ricardo Alamun es canario y nunca ha salido de su isla. Tiene un perro "grandon", mujer y dos nenes. Vive en casa de sus padres, que le han dejado una habitación, desde hace un año y medio. Cuando perdió el trabajo en el ERE, el mundo "se le vino encima". A los dos años ya había perdido su casa al no poder pagar la hipoteca. No había encontrado trabajo desde entonces, pero este verano decidió arriesgarlo todo y con el poco dinero que consigio de los amigos se quedo con el negocio de zapatero remendón de su barrio. Se ha dado de alta como autónomo, pero no sabe si podrá seguir pagando la cotización durante mucho tiempo ya que "el trabajo no va muy bien".

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