Esta mañana las calles se han llenado de ciudadanos que rechazan la reforma laboral de la derecha nacional y nacionalista. Dos años después de otra inútil reforma impuesta por el PSOE, el PP y sus sicarios del nacionalismo catalán, canario y navarro, han vuelto ha hacer valer su profunda avaricia y su corrupta ambición desmedida.
No nos engañemos, no es que crean que deprimiendo el consumo privado, la inversión publica y la recaudación impositiva, van mejorar las cuentas del Estado. Ni siquiera piensan que el clima de terror laboral que emana de la reforma, vaya a hacer mas productivas a la administración y empresas. Nada de eso esta en la motivación de este gobierno. Al igual que al tándem Merkozy, les mueve solo su codiciosa ideología ultra liberal. Si mañana ellos y sus socios ideológicos han acumulado algunos cientos de millones más, gracias a sus corruptas políticas, lo celebraran con regocijo, aunque para ello hayan tenido que hundir países, humillar a sus ciudadanos y desertizar su industria. Lo están haciendo con Grecia, Portugal, Irlanda y ahora España.
Su tropas de choque, bancos y entidades financieras, como vulgares usureros toman el dinero que prácticamente les regala la UE, para prestarlo a intereses desorbitados, imposibles de pagar. Desde la Troyka se chantajea con métodos mafiosos, obligando a malvender y demoler el sector publico bajo control del estado, en favor de los intereses empresariales privados. Si no le ponemos freno, seguirán con el saqueo, hasta que no quede nada que no este en sus manos o haya sido sepultado bajo su omnímodo poder.
Hoy ha comenzado la rebelión ciudadana, se les ha mandado parar en sus corruptelas, avaricia y engaños. Se ha dejado claro que no cuentan con nuestro permiso para malvender este país, repartiéndolo entre sus amiguitos del alma. Sabemos que su sordera, largamente cultivada, les hará intentar seguir como si nada pasara, pero es seguro que el clamor seguirá creciendo con más movilizaciones y tendrán que escuchar. Si no lo hacen esta marea que hoy a comenzado a avanzar, les barrera de la playa, hasta borrarlos.
Hoy somos más de un millón y seguiremos creciendo juntos, venciendo sectarismos. De nada les ha de valer su constante manipulación informativa y su bombardeo mediático, nadie gana con esta situación más que ellos. La inmensa mayoría somos conscientes de lo que nos jugamos y por eso clamamos justicia y democracia, solo los tontos y los que sueñan ser como ellos les siguen aun el juego.
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